Si te cuesta conciliar o mantener el sueño, antes de pensar que no tiene solución y tratar de acostumbrarte a pasar las noches en vela o ayudarte a descansar con hipnóticos, revisa tus hábitos y modifica aquellos que no sean del todo adecuados. ¿Tu cama está rodeada de lucecitas (móvil, despertador, etc.)? Deshazte de todas ellas. ¿Lees antes de apagar la luz concienzudos tratados o papeles de trabajo? Hazte para esos ratos con libros ligeros e incluso aburridos. ¿Apenas has acabado de cenar cuando ya te acuestas? Adelanta la cena un par de horas… Repasa la lista completa de buenas prácticas para dormir mejor y si realmente no te queda ya nada que cambiar, entonces sí, consulta con un especialista